La tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) permite identificar varios objetos a la vez mediante ondas de radio. Esta característica especial es aplicable a una gran cantidad de procesos.

Una etiqueta RFID adherida a un producto permite su identificación de forma sencilla e inalámbrica y garantiza su trazabilidad. Estas etiquetas incorporan además un chip en el que se puede agregar información relevante de dicho producto. Las etiquetas pueden ser pasivas (más comunes), activas, o semi-pasivas, dependiendo si cuentan o no con una fuente de alimentación propia que les permite emitir una señal a una distancia más larga.

Las etiquetas RFID normalmente son parte de un sistema también incluye lectores, antenas y software. Los lectores reciben la señal generada por la etiqueta y la transmiten a un software, las antenas actúan como enlace entre las etiquetas y el lector y, el software permite procesar y gestionar toda la información.

Una de las principales aplicaciones de esta tecnología es la gestión de la cadena de suministro. Es posible automatizar e incluso eliminar el proceso de identificación y captura de datos. Al colocar etiquetas RFID en los productos que queremos controlar, es posible agregar lectores a lo largo del proceso y de esta forma garantizar su trazabilidad. El segmento de ventas de retail es uno de los que más beneficios puede obtener de esta tecnología. Al tener etiquetas adheridas a los productos es posible conocer de forma fácil y rápida la ubicación exacta de cada producto y además obtener su información más. Esto reduce enormemente los tiempos de toma de inventario y previene la rotura de stock. Además, colocando adecuadamente un juego de antenas a la entrada o salida de un almacén, las etiquetas pueden utilizarse como sistema anti hurto.

Estudios realizados en el segmento de retail han determinado que las etiquetas RFID tienen una precisión del 99,6%, una seguridad superior al 99%, generan una reducción del 60% del tiempo de toma de inventario y reducen hasta un 80% del costo de la mano de obra necesaria para la toma de inventario.